Juan Carlos es un joven universitario que estudia en Valdivia.
Lleva una vida aparentemente normal, combinando sus labores académicas con las responsabilidades propias de vivir fuera de casa.
Sin embargo, desde hace un tiempo, arrastra una preocupación constante que le quita el sueño: está endeudado con un banco, producto del mal uso de una tarjeta de crédito.
Todo comenzó cuando accedió a esta herramienta financiera creyendo que era una buena manera de tener más dinero disponible. “Yo manejo la plata que me dan mis papás para pagar la cabaña y la universidad. Con eso me las arreglaba, pero cuando tuve la tarjeta sentí que se me abrían más posibilidades”, relata.
Con ingresos extra como garzón en un pub local, usó su tarjeta para comprar una bicicleta y luego renovar su celular. Al poco tiempo, perdió su trabajo y dejó de pagar sus cuotas. “Pagaba lo mínimo, no quería contarle a mi papá para no pedirle plata, pero las cuotas suben. Ahí empezó todo”, cuenta.
Juan Carlos admite no haber recibido educación financiera. No sabía cómo funcionaba realmente una tarjeta de crédito ni los intereses asociados. Sólo entendía que le prestaban dinero y que debía devolverlo… siempre que tuviera cómo.
La situación de Juan Carlos se repite entre miles de jóvenes chilenos. Un análisis realizado por Chiledeudas.cl, en agosto de este año, reveló que más de 620.000 jóvenes entre 18 y 29 años están actualmente en situación de morosidad financiera, representando más del 20% de la población morosa del país.
Según su director, Guillermo Figueroa, la deuda promedio de este grupo asciende a $710.000, mientras sus ingresos mensuales apenas superan los $400.000.
“Es un reflejo claro de la falta de educación financiera en el país. Además, hay una necesidad de regulación que permite que bancos y multitiendas entreguen tarjetas con altos cupos a estudiantes sin ingresos estables. Es una práctica riesgosa”, afirma Figueroa.
Roxana Pincheira, ingeniera comercial y docente del Instituto de Administración de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (Facea) de la Universidad Austral, indica a DiariodeValdivia.cl que la falta de educación financiera es evidente incluso entre estudiantes de carreras del área.
“Muchos jóvenes no comprenden cómo funciona el ‘dinero plástico’. Las campañas de los bancos ofrecen tarjetas de crédito como si fueran un beneficio automático. Si no tienes conocimiento, puede terminar mal”, advierte.

La profesora recalca que las tarjetas no son necesariamente malas, pero deben usarse con responsabilidad. “Los estudiantes deben entender cuánto es el cupo, cuánto tienen que pagar si hacen compras en cuotas, cuál es la diferencia entre una tarjeta de débito y una de crédito. Hay beneficios si se usa bien, como generar historial bancario que luego ayuda a postular a un crédito hipotecario, pero la clave está en educarse antes de usarlas”, señala.
De acuerdo con un estudio del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) de 2020, el 37% de los jóvenes tiene al menos una tarjeta de crédito a su nombre. Ese número aumenta a 45,4% entre quienes tienen entre 25 y 29 años. Y lo preocupante es que el 92,9% se hace cargo personalmente del pago, sin apoyo de sus padres ni pareja.
Eduardo Arismendi, director del área de Administración de Inacap sede Valdivia, el problema parte desde edades tempranas. “La legislación permite que mujeres desde los 12 años tengan tarjetas de débito, con autorización de los padres. Desde ese momento, la familia debe enseñar a manejar el dinero”, sostiene.
Agrega que una base de conocimientos financieros debe construirse desde lo más básico. “Uno puede endeudarse, pero siempre de manera informada y responsable. Si el joven no entiende cómo funciona el crédito, lo más probable es que termine sobreendeudado”, enfatiza.
Daniela Escobedo Acosta, abogada y profesora de Administración de Inacap, comenta a DiariodeValdivia.cl que muchos estudiantes no tienen idea de cómo funcionan los intereses, el pago mínimo o las consecuencias de caer en morosidad.
“Por eso damos un curso de educación financiera en alianza con la Universidad de Chile y el Banco Central. Muchos de nuestros estudiantes trabajan y hay que enseñarles a administrar sus recursos, evitar el sobreendeudamiento y entender que esto incluso puede afectar su empleabilidad futura, especialmente si van a trabajar con dinero de terceros”, dice.
Escobedo aclara que el crédito no es negativo por sí solo, pero mal gestionado puede terminar en consecuencias serias. “En casos extremos, las entidades pueden ejercer embargos para recuperar el dinero. Eso puede implicar que los padres terminen asumiendo la deuda”, añade.
Pero también insiste en que hay soluciones: “Hay que priorizar compromisos mensuales, eliminar gastos hormiga como cafés diarios, aplicaciones innecesarias en el celular o salidas a comer con los amigos. Además, al comprar a crédito, lo ideal es hacerlo en la menor cantidad de cuotas posibles y sin interés”.
Consultada sobre cuál tarjeta es la más recomendable para un joven, no duda: “una tarjeta de débito”.
“Es la mejor forma de aprender a manejar el dinero sin endeudarse. Más adelante, cuando ya exista conciencia, recién ahí pensar en una tarjeta de crédito”, afirma.
Arismendi complementa: “La tarjeta de crédito tiene responsabilidades. Si no pagas, te cobran intereses y puedes entrar a Dicom. En cambio, con la de débito, los padres pueden monitorear los gastos y así enseñar a administrar desde temprano”.

Si un joven está en una situación como la de Juan Carlos, los expertos entregan las siguientes recomendaciones prácticas:
Elabora un presupuesto mensual. Crea un presupuesto detallado que refleje tus ingresos y gastos para identificar dónde se va tu dinero y hacer ajustes.
Reduce gastos innecesarios. Identifica gastos pequeños o "gastos hormiga" que no son imprescindibles, como suscripciones que no usas o comidas diarias fuera de casa, para recortarlos.
Evita compras impulsivas. Piensa bien antes de comprar, especialmente en línea, para no caer en tentaciones y gastar más de lo planeado; especialmente en sitios de venta on line.
Ahorro: aunque sea difícil toda moneda cuenta. Lo valorarás en caso de emergencia.
Fija metas claras. Establece objetivos específicos para tus ahorros te motivará a ser constante y te ayudará a visualizar tu progreso.
Administra tus deudas. Crea un plan para pagar tus deudas de manera efectiva, priorizando aquellas con mayores intereses.
Usa el crédito responsablemente. Evita el uso excesivo de tarjetas de crédito o préstamos para gastos que no sean esenciales.
Conoce el pago mínimo. No te limites a pagar solo el mínimo en tu tarjeta de crédito, ya que esto aumenta la deuda.
Busca datos y tips sobre educación financiera. Utiliza la red on line para buscar ,ás información y las aplicaciones bancarias para agilizar tus transacciones y gestionar tus finanzas de manera más eficiente.
La profesora Roxana Pincheira recomienda que “Es fundamental informarse. No ocupar o no endeudarse más allá del 30% de tus ingresos. Si no es necesario, no bancarizarme todavía. Si quiero hacerlo porque quiero tener un buen comportamiento financiero y que me sirva para los proyectos futuros, bancarizarme con un solo banco”.
Indica también que “No necesito llenar la billetera con plástico. Con uno basta. Si me voy a bancarizar, que me den el mínimo del cupo de la tarjeta de crédito, el mínimo de la línea de crédito de manera que sea más manejable. Fijarse en cómo es mi deuda, ver si la puedo pagar en un mes. Si no puedo, no uso la tarjeta de crédito y menos la línea de crédito”.
Para más recomendaciones de Roxana la pueden seguir en su instagran @finanzasconroxi, allí de una manera entretenida y en simple entrega tips de educación financiera útiles para todo público.

Ante este escenario, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) impulsa en octubre el “Mes de la Educación Financiera” en todo el país, incluyendo la Región de Los Ríos.
Carla Araya, coordinadora regional de la entidad indica DiariodeValdiva.cl que en esta instancia participan diversas entidades privadas a nivel nacional. “El acceso de las personas a la educación es un derechos y como tal, es parte de las labores constantes de Sernac todo el año”, dice.
Natalia Santana es la profesional a cargo que lleva esta área adelante en la Región de Los Ríos y señala que los jóvenes al cumplir la mayoría de edad son personas que tienen el poder de decisión, pueden comprar, pueden reclamar y, por ende, son responsables de sus actos de consumo.
“Hemos dictado charlas a niños de sexto a octavo básico, además de jóvenes de enseñanza media, para que aprendan que sus deseos o necesidades deben estar acordes al presupuesto familiar. A estudiantes de educación superior hablamos sobre el acceso a las tarjetas de crédito y sus implicancias. Les exponemos los medios de pago y que la tarjeta de crédito no significa que sea su dinero, a diferencia de la tarjeta de débito. Le explicamos los costos, el tema de los giros, incluso cómo ahorrar de manera formal”, declara.
-¿Qué recomendación hace a los jóvenes que están en morosidad?
“Si es una persona que no genera ingresos, conversar con su familia para regularizar su situación. Diálogo para solucionar el problema. Fijarse en la condiciones al momento de contratar un crédito, los costos totales”.
-¿Como una persona o una institución puede acceder a esta capacitación?
“Pueden comunicarse al fono de 800 700 100 Sernac Los Ríos o al mail Valdivia@Sernac.cl. Nosotros tratamos de cuadrar la agenda y vamos sin ningún problema. Mientras más personas informadas, para nosotros es mucho mejor. Nuestro portal www.sernac.cl está permanentemente abierto”. Recibe nuestras noticias en: WhatsApp | Instagram | Newsletter.

Grupo DiarioSur, una plataforma de Global Channel SPA.
Powered by Global Channel
232845