Hijo Ilustre de Valdivia en 1970 y Premio Nacional de Historia en 1984, el padre Gabriel Guarda Geywitz pasó a la posteridad como uno de los intelectuales más grandes que han nacido en la ciudad de los ríos por su aporte al conocimiento de la historia y arquitectura de Chile y de su ciudad natal.
Fernando Julio Guarda -su nombre civil- nació el 19 de enero de 1928 en una familia de profunda educación católica y destacada en la historia de Chile, pues uno de sus antepasados fue el patriota Jaime de la Guarda, quien llegó a ser ministro de hacienda de Bernardo O´Higgins en 1820.
Hizo su educación básica en el Instituto Salesiano de Valdivia y las humanidades las completó en el Instituto Barros Arana de Santiago Se tituló de arquitecto en la Universidad Católica en 1958, pero ya en 1953 publicó su primer libro “Historia de Valdivia (1552-1952)”. Quince días después de obtener su título de arquitecto, Fernando Guarda entró a la orden de los benedictinos, cambió su nombre por el de hermano Gabriel y llegó a ser abad emérito.
Gran admirador del historiador Jaime Eyzaguirre del cual fue discípulo, Guarda siguió trabajando en sus investigaciones y publicó más libros acerca de la historia de Chile y Valdivia. El 5 de febrero de 1970, mientras se celebraban los 150 años de la toma de Corral y Valdivia, el alcalde de Valdivia de aquel año, José Huaquin Dipp, declara al religioso como Hijo Ilustre de Valdivia y cataloga su obra como “un inmenso tesoro histórico”.
DESCUBRIMIENTO Y TRABAJO
Uno de los mayores descubrimientos del padre Guarda fue identificar la fecha exacta de la fundación de Valdivia. Antes de la década de los 70 la fecha de la fundación de Valdivia era el 12 de febrero, pero en uno de sus viajes por Europa el padre Guarda descubrió documentos antiguos de la Corona Española en el Archivo General de Indias de Sevilla que aclaraban que el día de la fundación había sido el 9 de febrero de 1552. Desde entonces el día 9 es recordado como el de la fundación de la ciudad de los ríos.
Su trabajo fue prolífico, pues realizó más de 300 publicaciones y libros, además de ser docente de la Universidad Católica en las facultades de Teología, de Derecho y de Arquitectura, además de impartir cátedra en las universidades Austral, de Sevilla y otras.
El premio Nacional de Historia de 1984 sólo fue una de tantas distinciones donde destacan el Premio América de Arquitectura 1991, otorgado por los Seminarios de Arquitectura Latinoamericana; el Premio Bicentenario 2003 por su contribución a la toma de conciencia social con respecto al valor del patrimonio cultural, la preservación para las generaciones futuras de testimonios tangibles de la historia urbana y arquitectónica y la comprensión y difusión de la historia nacional, otorgado por la Corporación del Patrimonio Cultural junto a la Universidad de Chile y la Comisión Bicentenario; el Premio Conservación de Monumentos Nacionales 2004, otorgado por el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile y el Premio Comendador de la Orden de Isabel la Católica de 2012.
LEGADO
El profesor de historia de la Universidad Austral de Chile, Ricardo Molina, resaltó el trabajo del monje benedictino valdiviano donde destaca su “infinita dedicación a trabajar en procura de relatar y difundir la historia de la ciudad de Valdivia desde su fundación sumando a todo el sur de Chile, pasando por todo el período colonial español y el siglo XIX de la post independencia”.
Molina también destacó que, a través del estudio histórico, Guarda también abordó otras problemáticas como la economía y la cultura en el espacio colonial, además de las relaciones interculturales e interétnicas entre habitantes originarios, españoles, migrantes extranjeros y chilenos. “Valdivia, el sur de Chile y su pasado, han logrado ser conocidos internacionalmente gracias a su destacadísimo y singular legado, evidenciado a través de innumerables reconocimientos en distintos países y academias”, indicó el docente de la UACh.
“Quien quiera que estudie la historia colonial de Valdivia, del sur de Chile y del propio país, deberá tener siempre presente como referencia obligada al Padre Gabriel Guarda”, cerró Ricardo Molina.
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