Cuenta la tradición cristiana que los habitantes del pueblo italiano de Asís, en plena Edad Media, le pedían a un humilde fraile que bendijera a sus mascotas. Este fraile veneraba a toda la creación porque en ella se reflejaba el amor de Dios Creador. “Alabado seas, mi Señor, en todas tus criaturas, especialmente en el Señor hermano sol, por quien nos das el día y nos iluminas“ escribiría en su Cántico a las Creaturas.
Ese fraile era San Francisco de Asís, un santo que amaba la naturaleza y cuyos animales le respetaban, por eso todos los 4 de octubre, onomástico del santo, se realiza la bendición de las mascotas a lo largo de los templos de la orden franciscana.
En Valdivia fue en la iglesia rectorial San Francisco donde se hizo esta bendición que fue guiada por el padre César Márquez y acompañada por el diácono Manuel Kiyán.
Todo tipo de mascotas fueron llevadas a templo para que reciban la bendición, desde grandes perros, gatos y hasta un pequeño erizo de tierra.
La actividad se efectuó entre la alegría de los dueños de las mascotas y los ladridos algo caóticos de los perros que llevan a cabo este gesto como una muestra del amor y cuidados hacia sus pequeños o hermanos menores como les llamaba el propio San Francisco de Asís en vida. Recibe nuestras noticias en: WhatsApp | Instagram | Newsletter.
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